Rodolfo D’Onofrio tomó una decisión política: tensar más su relación con el Presidente de la Nación y con la conducción de la Asociación del fútbol argentino. El mandamás millonario sabe que es un camino sinuoso con barro político y de única mano.
"En estos momentos es cuando todo River tiene que estar mas unido que nunca. Nos podrán golpear quebrar jamás", escribió D’Onofrio en Twitter y echó nafta a la hoguera de suspicacias en momentos en que hasta el Monumental lanzó cantos contra Macri.
La teoría conspirativa que ensaya River tomó fuerzas tras el mal uso del VAR en la semifinal de la Copa Libertadores. Ese día D’Onofrio internamente se autoconvenció que a River le metieron la mano en el bolsillo y ahí comenzó a pergeñarse el slogan de la “guardia alta" que un mes después iba a generar una nueva grieta en el fútbol argentino. Hoy en River creen de manera dogmática que Macri y la AFA quieren perjudicar tanto al club como a su presidente.
Hoy el vínculo de River con AFA pasa por Jorge Brito. A Tapia le quedó mejor feeling con el banquero luego de trabajar en conjunto en la comisión audiovisual que decidió la venta a Turner y Fox de los derechos de TV de la la Primera. Con D’Onofrio no hay ninguna relación desde que el presidente millonario decidió retirar la candidatura conjunta que tenía con Marcelo Tinelli tras no conseguir los votos necesarios para un mano a mano en las urnas. El día que Tapia era votado nuevo presidente de AFA, River fue el único club que sufragó en blanco. Desde ese momento, por más que la dirigencia de Nuñez lo negaba ante los medios, ahí nacía la teoría conspirativa que hoy toma más fuerza que nunca.
La distancia con Macri tiene otro condimento y hay que buscarla no sólo en el fútbol. En el entorno de Rodolfo quieren convencerlo que es momento para dar el salto a la arena política. Es sabido que ideológicamente el presidente de River se para muy lejos del titular del Ejecutivo. Tras ser reelecto, lanzó duras críticas contra el Gobierno alertando sobre el fuerte endeudamiento y hablando de una crisis económica. Su relación con Macri luce hoy tan distante como la que tiene con Tapia, pese a los intentos de un dirigente de River muy cercano a ambos por llegar a un punto de encuentro. En Gobierno ven a D’Onofrio como un candidato al que prefieren fuera de la política y Rodolfo ve en Macri otro chivo expiatorio para la teoría del complot.
Ante este panorama el presidente de River decidió echar mano a un viejo amigo al que suele recurrir: Daniel Vila. El empresario y dueño de América y Radio La Red, entre otros medios, tiene una espina clavada cuando no pudo llegar al sillón de la calle Viamonte. Cuando iba a haber lista única ensayó un apoyo a Chiqui Tapia, pero a último momento lo dejaron afuera mascullando bronca. Desde ese momento, el ex presidente de Independiente Rivadavia Mendoza tomó la postura de plantarse y combatir desde afuera a la AFA y, en menor medida, a la Superliga.
Es por eso que no sorprendió ver ayer mediodía al presidente de River almorzar en su restaurante de Barrio Parque junto a Daniel Vila. En Gobierno no saben para dónde puede disparar esa alianza pero no los preocupa. Entienden que Daniel Angelici (con quien Vila cursa una excelente relación) mediará para evitar que las balas se apunten directo a Macri. Sin embargo, su sed de revancha no promete lo mismo para con los muchachos de Viamonte donde se vislumbra una guerra mediática encarnizada.
D'Onofrio abre dos guerras al mismo tiempo, pero se garantiza blindaje.
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