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Fixture Superliga 2017/8

Biografía Ariel Arnaldo Burrito Ortega

INTRO
Sin dudas que si te hablo y te nombró a Ariel Ortega se te eriza la piel y hasta se te pianta una lágrima, la huella que dejó y sigue dejando Ariel Ortega -Burrito- como se conoce creo que no tiene tamaño.
  Seguramente si te nombró a Ariel Ortega lo primero que se te viene a la cabeza son frases como “hacelo chango y me muero” del magnífico Lito o “gracias Dios por hacerme hincha de River”, frases que quedarán tatuadas en nuestras mentes. 
Hablar de Ariel Ortega es sinónimo de hablar de gambeta, gol, magia, fútbol que nos regaló Ariel hasta el último minuto que se apagó ese fútbol -13-07-2013-
Que personalmente me tocó y emocionarme junto a 65.000 almas que presenciamos ese momento.
Y recordar anécdotas de él y con tan solo verlo se me cae una lágrima y se me eriza la piel.
Y tan solo ver sus goles, su vaselina, que parece que hace tan fácil lo difícil, si único y en el mundo River no creo que haya otro como vos Ariel. Bueno de esto se trata de su vida sus goles sus gambetas y su magia. Siempre fuiste mío Ariel. 
BIOGRAFÍA
Ariel es el símbolo del fútbol espectáculo, del potrero, la alegría del despilfarro de gambetas, de la naturalidad en su máxima expresión.
Volante ofensivo y Delantero. Hincha de River desde la cuna. Nació a las 19:30 hs del 4 de marzo de 1974 en Ledesma, Jujuy. Casado con Danesa y padre de tres hijos: Sol, Tomás y Manuela, que lo esperan despiertos todos los domingos para darle el mejor de los abrazos.
A lo largo de su carrera ha convertido hasta el día de hoy 137 goles oficiales y ganó 12 títulos. El Burrito o simplemente Ariel. Una de las más deslumbrantes apariciones de la década del 90. Siempre se destacó por su forma de juego de “gambeta” y enganches y se consolidó como uno de los referentes de aquél equipo.
Siempre fue un jugador de apariciones durante los partidos. Antes eran más frecuentes, hoy siguen siendo decisivas. Formó parte del primer campeón de torneos cortos, el River del Apertura 91. Casi 17 años más tarde, fue pieza fundamental del último título de River, el primero de su tercer ciclo en su casa.
Ex medioscrum de Atlético Ledesma de Jujuy, Ariel Arnaldo Ortega es el último prócer de River Plate. Un lugar del que nadie podrá sacarlo.

Sus 11 Títulos:
Apertura 1991 (River)
Apertura 1993 (River)
Apertura 1994 (River)
Panamericano 1995 (Selección Argentina)
Copa Libertadores 1996 (River)
Apertura 1996 (River)
Medalla de Plata Atlanta ’96 (Selección Argentina)
Supercopa 1999 (Parma)
Clausura 2002 (River)
Apertura 2004 (Newell’s)
Clausura 2008 (River).
Reconocido como uno de los jugadores más desequilibrantes de la historia del fútbol argentino, se destaco por su gran gambeta, y quiebra cienturas, teniendo un estilo muy particular, por el frecuente uso de los cambios de ritmo bruscos a la hora de enganchar, y el gran talento para definir de vaselina. Tuvo una importante etapa como habitual jugador del seleccionado albiceleste. Fue integrante de la Selección de fútbol de Argentina en los mundiales de Estados Unidos 1994, en el que reemplazó al gran Diego Maradona, en Francia 1998 fue una de las máximas figuras convirtiendo 2 goles y sirviendo 3 asistencias, y en Corea-Japón 2002. Con el seleccionado argentino disputó 87 partidos, siendo uno de los jugadores con mayor cantidad de presencias, anotó 17 goles y ganó la Medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 1995 y la Medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 1996. También fue subcampeón de la Copa Confederaciones 1995 y del Torneo Preolímpico de 1996.
Es destacado cómo uno de los grandes ídolos riverplatenses, club en el que estuvo 4 etapas: entre 1991 y 1996, donde se transformaría en un auténtico crack, una de las apariciones más importantes de la década del club millonario, consagrándose campeón de numerosos campeonatos locales (los Aperturas de 1991,1993, 1994 y 1996) y de la Libertadores de 1996.
Su segunda etapa, entre 2000 y 2002, se dio después de un irregular período de 3 temporadas y media en el fútbol europeo, en el que defendió los colores de Valencia,Sampdoria y Parma. Más experimentado,Orteguita se volvería uno de los líderes futbolísticos del conjunto de Núñez codeandose con una gran generación de cracks de la talla de Saviola, Pablo Aimar,D’Alessandro y Fernando Cavenaghi, entre otros. Dirigidos técnicamente por Ramón Díaz, tendría un nivel otra vez brillante, consagrándose como uno de los mejores jugadores de América y validando su titularidad en el seleccionado albiceleste. Conseguiría un nuevo torneo local, el Clausura 2002.
Después de un breve paso por el Feberbahce turco, una larga inactividad de 17 meses por suspensión y dos temporadas en Newell’s Old Boys (donde ganaría el Apertura 2004 y tendría un gran rendimiento), en 2007, volvería otra vez al conjunto millonario. En esta tercera etapa, el club tendria acentuados problemas institucionales y deportivo. Pese a esto, esta tercera etapa estaría colmada de grandes actuaciones de el burrito, que sería el símbolo y manija del equipo pese a su avanzada edad, todo esto sería consagrado con la obtención del Clausura 2008, dirigidos técnicamente por El cholo Simeone.
Terminado el campeonato, Simeone tomo la desicion errónea de  borrarlo del plantel, debido a su inconveniente con el alcohol y su indisciplina, por lo cual iría a jugar una temporada en condición de préstamo al independiente Rivadavia, del ascenso argentino, sin tener un gran rendimiento. Después del préstamo, volvería a River Plate, que era dirigido técnicamente por su amigo Leonardo Astrada.
En este retorno, los problemas futbolísticos e institucionales del club de Nuñez estarían notablemente agravados, y las capacidades físicas de Ortega habrían mermado debido a su avanzada edad, por lo que sus apariciones serían muchísimo más esporádicas que en las etapas anteriores. En enero de 2011, Ortega seria nuevamente sacado del plantel, esta vez por Juan José Lopez, debido a su indisciplina e inasistencias en los entrenamientos, por lo que marcharía a jugar seis meses en condición de préstamo a All Boys (a fin de esa temporada, River Plate sufriría su histórico descenso). Para la siguiente temporada, en nuevo director técnico de River, Matías Almeyda, otro que tomó la decisión errónea de no tenerlo en cuenta para buscar el ascenso a primera división, por lo cual resolverían dándolo nuevamente de préstamo, esta vez por un año a Defensores de Belgrano, de la tercera categoría del fútbol argentino. Una vez terminado el préstamo y con River Plate otra vez en primera, Almeyda decidiría no tomarlo en cuenta para la siguiente temporada, por lo que el 8 de agosto decidió apagar toda su magia y convertirse de un mito a Leyenda 
DE CHICO JUGABA AL RUGBY
 COMIENZOS FUTBOLÍSTICOS
A fines del 91 fue presentado en sociedad en el triunfo frente a Platense 1 a 0. Su fútbol de potrero siguió siendo apreciado por por el exigente hincha de River. Ortega siempre llevó en sus gambetas los colores de River. Tanto que cuando veía enfrente a boca se motivaba más. Desde su primer superclásico, el 4/5/92, cuando enloqueció a Juan Simón y a Diego Soñora, supo que este partido era diferente de los demás. Su momento cumbre en el clásico de los clásicos se dió el 14/12/94, en el 3-0 en la Bombonera en el que dio cátedra de fútbol junto a Marcelo Gallardo y Enzo Francescoli. Ese día el Burrito paseó a Fabri y a Mac Allister y como postre se llevó un golazo de emboquillada a Navarro Montoya. En su último partido jugado en la Bosteria con la camiseta de River, Ariel volvió a brillar en el 3-0 que culminaría con la obra maestra de Ricardo Rojas y su vaselina.
Ya la rompía con los grandes de Atlético Ledesma de su Jujuy natal, cuando en diciembre de 1990 le llegó la oportunidad de probarse en River. Ariel tenía en ese momento 16 años y unas ganas tremendas de triunfar con la camiseta que había soñado toda su vida. Luego del largo viaje desde su provincia, el coordinador de la Divisiones Inferiores, el brasileño Delem, le dijo que fuera a descansar y que otro día lo miraría. Pero no quizo esperar y al cabo de 15 minutos de quebrar la cintura y dejar chicos por el camino convenció al cuerpo técnico de que estaba destinado a triunfar en el club.
Se integró a la Sexta, en la que jugó 11 partidos antes de pasar a la Reserva, donde aquellos hinchas que van temprano a la cancha se empezaron a enamorar de sus indescifrables gambetas. Pronto tuvo la oportunidad de mecharse en algunos entrenamientos de la primera y dejar mal parados a los jugadores de experiencia. Entre Higuaín y Comizzo le hicieron pasar una prueba de fuego. Ortega le metió un caño al Pipa, que le respondió con una patada. Ariel se levantó calladito y los siguió encarando. Entonces Comizzo gritó: “No le peguemos más que este pibe tiene huevos en serio”.
Ariel y Enzo, festejan la goleada en la Bombonera
Dicen los que saben que los grandes jugadores aparecen en las más difíciles y éste jujeño, que por ese entonces tenía 20 años recién cumplidos, eligió un Superclásico para dejar de llamarse Orteguita.

Jugó en una Bombonera repleta de presión con soltura y alma de potrero; gambeteó y desparramó rivales jugando como wing derecho y no se cansó nunca de pedirla y de resolver en una baldosa. Dejó en ridículos a Mac Allister (¡pobre colorado!), Navarro Montoya y al experimentado defensor Juan Simón.
A los 14 minutos de la segunda mitad entró al área por la punta derecha ¿cuando no? y sacó un latigazo infernal que se clavó en el ángulo izquierdo de Navarro Montoya. Luego, siguió enloqueciendo rivales y provocó la expulsión de Peralta. Más tarde llegaría el segundo de Hernán Crespo para adornar el resultado.
Ese mismo año, el 11 de diciembre y con un Mundial encima, Ariel volvió a pisar la cancha de Boca. Esta vez, tenía a un compañero de lujo a su lado: Enzo Francéscoli. Nuevamente fue la figura del Superclásico, en aquella inolvidable goleada por 3-0 que le permitió al equipo de Gallego coronarse campeón invicto -por única vez en la historia- una semana después.
El Chango clavó un derechazo desde afuera del área por encima del cuerpo del mismo Navarro Montoya y colocó el 2 a 0 parcial. Anteriormente, le habían cometido el penal que Francescoli luego transformaría en gol.
Año 2002, tenía que volver el Burrito de las mil y un gambetas para alterar la historia y sacarnos de encima una mochila pesada otra vez después de 8 años. Con una actuación soberbia y participando activamente de los 3 tantos, Ariel fue el protagonista de otra goleada histórica en la Bombonera. Sirvió a Esteban Cambiasso (en el primer gol) y a Ricardo Rojas (en el tercero). Robó la pelota a Serna en la mitad de la cancha, la llevó al área rival, la abrió a Zapata a la izquierda, la volvió a recibir y dejó solo a Cavenaghi para que éste dejara a Coudet listo para empalmar el segundo. Tenía que regresar Ariel para poder gritar en La Ribera. Posteriormente, River gritó campeón por trigésima vez.
Pero en nuestro estadio le faltaba regalarse a sí mismo y al público riverplatense una actuación desopilante. Y fue el 7 de octubre del 2007, su tercera etapa con la banda sangre sobre el pecho, la de la gran actuación ante Boca en el Monumental. La coronó con un tanto a través del tiro penal que mandó a la red en el minuto 31 de la primera mitad. Y eso que dejó a los hinchas con el corazón a mil y el grito atragantado de tanto sufrir porque tuvo que patear dos veces la pena máxima, ya que en la primera, se había adelantado el arquero Caranta. Además, se lo había contenido el arquero rival, arrojándose a la derecha del Burrito. Pero en la repetición, el jujeño eligió el mismo palo y el arquero se tiró al otro. Gol y delirio. Saltó, Ortega, los carteles publicitarios, y se mandó atrás del arco que da al Río de la Plata, de cara a la tribuna local. Los hinchas no pararon de alentarlo y de gritar por él. Por este Burrito superclásico de 33 años y magia eterna. Por ese ídolo que no paró de bailar a sus marcadores de turno, que hamacaba la cintura para un lado y para el otro, y siempre salía airoso en esas incursiones.

SUS FRASES
1. “Me encanta sentir ese vientito de la pierna del jugador rival cuando lo gambeteo”.
2. “La relación con la gente de River es increíble. Antes, me paraban en la calle y me pedían: “Volvé a River, por favor”. Y cuando arreglé, pensé que se iba a cortar. Pero no. Se me paran adelante, me abrazan y se ponen a llorar”.
3. “El error más grande de mi carrera fue irme de River. Donde más feliz, fui y soy es en River. Son errores que uno comete. Si pudiera empezar otra vez mi carrera, no me voy más. River es lo más lindo del mundo”.
4. “Si me preguntan como quien me gustaría jugar, contestaría como yo, como Ortega. Le agradezco a Dios por haber hecho que juegue así. No le envidio nada a nadie”.
5. “Sabía que muchos me iban a decir fracasado, pero volvería a River cien veces más. Soy mucho más feliz acá que en cualquier otro lado. Siento que el respeto es de casi todos los hinchas del fútbol, también me pasa con los jugadores de otros clubes”.
6. “Con mi nombre se tapan muchas cosas que pasan en el club. No quiero ser suplente. El puesto no lo perdí en la cancha. Si digo lo que pienso se arma un lío bárbaro”.
7. “Por ahí escucho a los periodistas hablar de la diferencia de categoría, pero para mí el fútbol es siempre igual. Tenés buenos, mediocres y malos jugadores, en Primera y en Europa, el fútbol es igual en todos lados”.
8. “Gracias dios por hacerme hincha de River”
Yo te respondo “Gracias Dios por crear a Ariel Arnaldo Ortega”

LA VUELTA…
En agosto de 2006 volvió al club que lo vio nacer, su River Plate. En Octubre del mismo año solicitó ayuda profesional y de sus compañeros del club para tratar de salir de ciertos problemas personales que lo aquejan. Luego de dichos problemas volvió un 5 de Noviembre frente a San Lorenzo de Almagro, por la 14° fecha del torneo Apertura , con una actuación soberbia del equipo de River en el Monumental (5-0), el “Burrito” ingresó a los 22′ del segundo tiempo y enseguida dio muestras del talento que lo caracteriza anotando un golazo picando la pelota al arquero rival (S.Saja). Emocionado a mas de 60.000 almas.
En la pretemporada de enero de 2007 en la ciudad de Mar del Plata, trabajó, se esforzó por mejorar y se ganó un puesto para enfrentar a Racing Club por el Torneo de verano, partido en el que marcó un gol de penal.
El domingo 18 de marzo, Ariel Arnaldo Ortega, regresó al fútbol grande, dándole la victoria a River por 1 a 0 frente a Quilmes, con un gol sobre la hora y con la mano.
Una vez comenzado el 2008, Diego Simeone dijo: “Ortega será el capitán del equipo”, cuando lo consultaron sobre quien era el elegido para llevar la cinta, esa que él tanto tiempo lució en el seleccionado argentino y en otros tantos equipos. “Está en una edad justa, ha pasado por un montón de situaciones, tiene hambre de ser el que todos conocemos y las responsabilidades hay que asumirlas y él está para eso”, afirmó el Cholo.
River se terminaría consagrando campeón del Torneo Clausura, con Ortega como gran figura del equipo, siendo vital en casi todos los partidos del campeonato.
Pero una vez terminado ese torneo, Diego Simeone, contradiciendo las palabras que él mismo había dicho un tiempo atrás, decidió excluir del plantel al último ídolo de River. Sin lugar en el equipo, el Burrito fue cedido a préstamo a Independiente Rivadavia de Mendoza.
Simeone pagó muy caro echar a Ortega del equipo, ya que el Apertura fue su peor fracaso como DT. Por la ausencia de Ortega, jamás pudo encontrar el funcionamiento del equipo, tanto que a la 10º fecha del torneo, River ocupaba el último lugar de la tabla, siendo el peor arranque en la historia del glorioso River Plate.
UN PLOMERO POR FAVOR
Caño de Ortega a Paletta. ¡Un plomero por acá!!
Si existe una palabra para definir a Ariel es desequilibrio, gambeta, magia y su tan endiablada quiebra cinturas que representa un dolor de cabeza para cualquier defensor de turno.
Jugar al fútbol es la principal filosofía de Ariel; no es MEZQUINO Y siempre trata de mostrar ese potrero que lleva en la sangre.
EL DIA QUE SE APAGO SU FÚTBOL
Seguramente, Ariel Ortega jamás olvidará este día. Nunca podrá borrar de su mente lo que vivió el 13 de julio de 2013 en un Monumental que sólo se llenó de hinchas de River para despedirlo a él. Para decirle ‘gracias’ por todos los momentos vividos.
El “Burrito” es uno de los máximos ídolos en la historia de River y, sin dudas, el más grande en la etapa contemporánea. La emoción fue el denominador común en la tarde-noche de Núñez, que estuvo caliente más allá de la baja temperatura que marcaba el termómetro, por la lógica consecuencia de estar en invierno.
El resultado, el anecdótico 8-2, sólo quedará en el baúl de los recuerdos. Obviamente, el partido no se puede analizar. Sí sirvió para juntar en la misma cancha aaquellos futbolistas que hicieron grande a River (Astrada, Gallardo, Ayala, Francescoli) y a los futbolistas con los que el “Burrito” consiguió hacer una amistad en otros clubes (Domínguez, Scocco, Capria, entre otros).
La magia del “Burrito” estuvo intacta, hizo cuatro goles (en realidad tres, ya que Baldassi le convalidó uno que jamás ingresó) y se mostró activo. En el primer tiempo jugó para los “Amigos de Ortega”; mientras que en el complemento se cambió la camiseta en el mismo césped del Monumental y se puso la de ‘su’ River.
Ése, fue uno de los momentos más emocionantes de la tarde. ¿Los otros? Cuando ingresó su hijo Tomás (hizo un gol) y cuando hicieron lo propio sus otras dos hijas.Entre todos, dieron una ‘vuelta olímpica’ ante la mirada de un Monumental que coreaba su apellido.
Así terminó la fiesta. ‘Su’ fiesta’. Ésa por la que tanto hizo mientras defendió la camiseta de River. Ariel Ortega tuvo su merecido homenaje. Se hizo en el Monumental, lo vivió el hincha de River, pero también lo disfrutó todo el fútbol argentino.
¡ Gracias Ariel! 
FORMACIONES:
Amigos de Ortega: Nahuel Guzmán; Hernán Díaz, Roberto Ayala, Sebastián Domínguez, Juan Pablo Sorin; Juan Gómez, Víctor Zapata; Ariel Ortega, Enzo Francescoli, Javier Saviola e Ignacio Scocco. DT: Ramón Díaz.
 Amigos de River:  Leandro Chichizola; Paulo Ferrari, Guillermo Rivarola, Ariel Garcé, Nelson Vivas; Eduardo Coudet, Leonardo Astrada, Leonardo Ponzio, Marcelo Gallardo; Manuel Lanzini y Daniel Villalva. DT: Américo Gallego.
SU LIBRO 

Este es un humilde homenaje al último gran 10 que tuvo River, el chango, el mago, Copperfield al que el hincha ama con el corazón. SIMPLEMENTE EL BURRITO.

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