En una tarde soleada inmejorable, muchos hinchas de River, directivos- con D'Onofrio como vocero- y glorias, como Carrizo, Alonso, Pinino Más y Gordillo, se acercaron a la puerta del museo del club para estar presentes en la tan esperada inauguración de la estatua de Labruna.
El proyecto, que llevaba más de dos años y medio de gestación, fue una idea que surgió luego de que se cumplieran tres décadas de la muerte del prócer riverplatense. El nombre de Angelito ya se lucía no sólo en el vestuario local y en la escuela de fútbol del Más Grande, sino que además el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hizo su reconocimiento que se tradujo en el famoso puente de enfrente del Monumental. Pero esto a los hinchas no les alcanzaba.
El máximo goleador de los Superclásicos, el que más goles convirtió de la Argentina y el director técnico más ganador de la historia de River merecía el homenaje más grande posible. "Quisimos hacer justicia, porque una carrera tan rica tenía que reflejarse de la mejor manera", así lo explicó la cara más visible de este proyecto, Carlos Trillo, en una nota exclusiva con La Página Millonaria.
Al igual que en aquel recordado evento de La bandera más larga del mundo, cada hincha tuvo un rol fundamental. En ese momento se juntó tela, pero en esta oportunidad fueron llaves que luego se fundieron para llevar adelante esta obra de arte hecha en bronce. Es fundamental descatar el papel de su realizadora, la artista plástica Mercedes Savall, quien se mostró muy emocionada.
A puro tango y videos que rememoraban goles y actuaciones, llegó el momento de inaugurar a la estatua de casi siete metros de altura. La misma ya está al lado del museo del club y todos los hinchas podrán disfrutarla cada vez que pasen por el estadio Monumental.
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