Si estuviste ahí, no importa la edad que tengas, es imposible que te hayas olvidado de ese día. Si no estuviste, probablemente hayas visto una y mil veces las imágenes de aquella noche de junio en el Monumental. En uno y otro caso, el sentimiento es el mismo: piel de gallina.
Aquel 26 de junio de 1996 no sólo pasó a la historia por lo que sucedió en el verde césped. En las tribunas, el pueblo riverplatense le brindó al equipo una bienvenida única e irrepetible. «El mejor recibimiento de la historia», como lo catalogó el periodista Alejandro Fabbri.
Con esta fiesta descomunal, River comenzaba a ganar su segunda Copa Libertadores:
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